domingo, agosto 14, 2011


Escribimos desde la terraza del Restaurante Mc´Llo de Mc Leod Ganj, la residencia actual del Dalai Lama en el exilio.(aclaración: no estamos en su casa, estamos en el pueblo...)


Estos últimos cuatro días han sido muy agetreados entre líos y la falta de internet nos hemos visto a hacer un resumen muy muy resumen de todo lo que nos ha pasado.


Teníamos un gran objetivo en Vrindavan. Queríamos conocer uno de los Ahsrams de las viudas que hay en el pueblo y que conocimos gracias al reportaje de Salva Campillo (fotógrafo freelance).
En él se hablaba de mujeres índias que tras quedarse viudas se veía obligadas a recurrir a estos Ashramos para poder sobrevivir a cambio de cantar Pujas ( oraciones religiosas hinduístas). En un primer acercamiento las personas que gestionaban el Ashram, fueron muy agradables con nosotros y nos dieron el permiso para poder entrar el día siguiente y poder conocerlas más a fondo. Se torció la história cuando nos pidieron primero dinero y al ver nuestra negación, decidimos aportar "some shampoo, biscuits...", por lo que el próximo día, aparecimos con 86 monodosis de H&S y Pantens ProV, pastas de dientes, y pastillas de jabón y galletitas de todas clase.


Ahí que fuimos, más pitxi que pitxi con una bolsa llena de cosas para ellas. Nos quedamos con una sensación un poco agridulce pero contentos por haber podido participar en el proyecto. A cambio Roke pudo sacar unas cuantas fotos que no hacen para nada sobra a las fotos de Salva pero que reflejan la situación y el espacio que ocupan estas mujeres en la sociedad hindú.(sólo hemos seleccionado una, ya que nos gustaría poder trabajarlas mejor al llegar, y ofrecerles el lugar que se merecen...)


Salimos pitando del Ashram porque el día anterior también nos encontramos con otra realidad muy interesante. Mientras buscabamos el dichoso Ahsram encontramos una escuela para niños y niñas sin recursos patrocinado por personas individuales que aportan el dinero necesario para la manutención y formación de los 150 gamberrines de los 0 a los 10 años. Estuvimos ahí horas y horas y más horas jugando con los niños, riéndonos con ellos, sacándonos fotos y con idea de vaciar cuanto antes todas las historias de la mochila para llevarnos alguno a casa.Al final, nos fuímos de allí con un montón de fotos pero con mejores sensaciones en el cuerpo.


Sensaciones que a media tarde se vieron truncadas cuando se nos ocurrió entrar en la "tienda" de al lado del hotel para comprar un billete de tren a Delhi. Como es lo más normal en la India, se intentaron llevar el gato al agua por lo que discutimos cerca de hora y media por un total de 1,5€ ya que él no estaba dispuesto a renunciar a su beneficio y nosotros no estabamos dispuestos a que nos timaran así como así. Total que vimos casi saltar calculadoras, móviles, bolis... hasta que al final llegó el salvador del pueblo....(el dueño de nuestro hotel) y nos dió la razón así que el señor de la agencia tuvo que darnos 100 rupias y comerse su mala gaita...


Salimos de Vrindavan a las 5:30 de la mañana, con lluvia, por lo que nos vimos forzados a pagar 250 rupias por un trayectito de 10 km...sisi, lo sabemos...pero no queríamos perder el tren a Delhi y de Delhi a Chandigarh así que los pagamos alegremente. Llegamos a Matura, donde teníamos que coger el tren y tras esperar un buen ratito y ser la mirada de tooooooda la estación, nos montamos en nuestro asiento que como era de esperar, estaba ocupado por un gordo mudito que no hablaba ni tris de inglés, así que como pudimos nos hicimos el hueco hasta llegar a Delhi. 


La llegada a Delhi fue más de lo mismo....lluvia y más lluvia. Teníamos 4 horas por delante y para matar el rato y comer algo no picante, nos hicimos el guiri y pedimos un ricksaw a un McDonalds para poder seguir el viaje con espíritu!


Llenos de hamburguesa internacional cogimos el tren a Chandigarh. Las 5 horas hasta ahí fueron geniales. Disfrutamos de un paísaje diferente, conocimos a gente y cayó alguna q otra siestita hasta llegar a la ciudad considerada más limpia de toda la Índia. 10 puntos par la Lonely Planet referente a lo de que Chandigarh es ordenado pero...pesados siguen siéndolo!llegamos a un hotel después de ver como 5 diferentes que nos pedían dinero como si estuviesen en la plaza Vendome de París le presionamos al del rickshaw para que nos llevar a algo de nuestro nivel. total que llegamos a un sector 45 lleno de talleres de reparación de motos y coches, y ahí estaba el G.M.G hotel, regentado por 4 quinceañeros que no sabían ni encender el agua así que, habitación sin agua (del grifoo) porque cubos nos dieron unos cuantos.


A la mañána siguiente el Ricksaw que pedimos no vino, por lo nos buscamos la vida con otro, y no enteramos que el autobus que partía hacia Dramshala era a las 00:30, por lo que dimos por supuesto de que todo iría sobre ruedas...pasamos el dia por los jardines de piedra de Nek Ganh, que es un agradable creador de carretreas, que un dia le dió por recoger basura de la calle y recrear personajes y animales en un bosque en las afueras de la ciudad...cuando el gobierno decidió recalificar los terrenos, se encontraron con un verdadero parque tematico realizado a lo largo de 15 años, por lo que en vez de destruirlo, lo declararon como bien cultural, y ciertas voces dicen que es el segundo sitio mas visitado de toda la india, despues del Taj Majal, en Agra.


Ayer a la noche, cuando nos acercamos a la estación de tren despues de andar muchos kilometros por los cuadriculados sectores Le Coubrusianos, nos dimos cuenta de nuevo de la realidad hindú: desorden, desorganización y mala educación...cerca de 800 personas querían montarse en el mismo autobus que habiamos decidido coger nosotros, por lo que el lio fué morrocotudo...hasta que aparecieron los "zipaios", y nunca mejor dicho..palos largos y cara de mala ostia para los de su propio país, y sonrisas y trato de favor para los foraneos...aún asi, nada nos libro de pasar la noche al raso junto a un grupo de 5 (Marc, Cristina, Eli, Jordi, Carmen) y un padre e hija suizos, en la estación hasta las 9 de la mañana de hoy, hora a la cual hemos entrado en un autobus de 45 personas, en el cual ibamos cerca de 95, mochilas, maletas y gritos incluidos..


Y hoy, por fin, 9 tortuososas horas despues, hemos aterrizado en McleodGanj, entre lluvias torranciales y olores insufribles, y nos hemos dirigido al mejor bar-restaurante, para tomarnos la primera(s) cerveza(s) del viaje: una Haywards 5000 y una Kingfisher, de 8 grados cada una....poco a poco nos vamos a ir retirando a nuestra habitación, cruzandonos de vez en cuando con monjes budistas, mochileros con prisas y algun que otro hindú.   


Hasta la siguiente!

























2 comentarios:

  1. Lope dijo...
  2. Unas fotos bruuuutales las de esta entrada, de veras, muy, muy buenas! Veo que lo estais pasando en grane!

  3. Anónimo dijo...
  4. Desde la Rioja compartimos vuestro maravilloso viaje mientras disfrutamos del verano y felicitamos a Roketxu en su día. Pilar Lupi Rosa Enrique Lula Jesus joserra Cristina Jon Gonzalo y toda la cuadri. Ondo Pasa

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